Análisis de la fotografía de "Un monstruo viene a verme"

Con esta entrada me atrevo a analizar la fotografía de la última película de J.A. Bayona "Un monstruo viene a verme", película que está batiendo récords en taquilla y cosechando buenas críticas entre el público.

A pesar de no ser un blog especializado en crítica cinematográfica, en este caso voy a analizar el lado fotográfico de la película, recordemos que el cine es una sucesión de fotografías que logran crear sensación de movimiento.

Este sábado pasado fuimos al cine a ver la película y he de decir que me encantó, me gustó la historia, como está contada, el trabajo de los actores (mención especial a Lewis MacDougall), pero lo que más atrajo desde el principio es el trabajo de fotografía que tiene la película, porque personalmente me gusta mucho este tipo de ambientación y la técnica de planos utilizados. Por esta razón, porque me apasiona la buena fotografía, no puedo dejar de dedicarle una entrada y descubrir algunos de sus secretos.

Empezaremos por situar la película en relación a su director. Juan antonio Bayona la ha definido como la última de una trilogía basada en las relaciones madre-hijo, la primera película de esta trilogía es "El orfanato", la segunda es "Lo imposible" y cierra esta trilogía "Un monstruo viene a verme"
En estas tres películas el director de fotografía ha sido Óscar Faura, barcelonés con una dilatada experiencia nacional e internacional. Ha trabajado a las órdenes de directores como Amenábar o Antonio Banderas. Otras películas suyas son "El juego de imitación", "Ágora" o "El camino de los ingleses".

Estéticamente "Un monstruo viene a verme" es una película oscura, una oscuridad agobiante, como es la situación en la que se encuentra el protagonista de la película. En cuanto a ese ambiente oscuro, creo que es continuación de "El orfanato". Aunque en aquella película este ambiente de oscuridad está más que justificado por tratarse de una película de suspense-terror, en esta ocasión es un complemento que nos ayuda a identificar la situación por la que está atravesando el protagonista de la historia.

Fotograma de la película "Un Monstruo viene a verme"
Fotograma de la película "Un Monstruo viene a verme"

Unido a esta oscuridad está el tratamiento que se hace de la luz a lo largo de la película. Es una luz, en ocasiones, muy puntual, me atrevería a decir que es casi barroca, concentrándose en la escena que se quiere mostrar, lo que no es imprescindible para el desarrollo de la película, directamente no recibe luz. La luz es tratada de una forma muy cuidada y natural, en las escenas con los personajes reales, y de forma más colorista e irreal en las partes de la película que son contadas por el monstruo.

En cuanto al tipo de planos utilizados en la película, predominan los planos cortos, muy cortos en algunas ocasiones, y con una profundidad de campo muy pequeña, centrándose única y exclusivamente en la acción del momento, al igual que decía anteriormente con la iluminación, todo lo que no sirve para entender la película aparece desenfocado. A mí personalmente es un recurso que me gusta mucho, porque creo que el director tiene tanta confianza en sus personajes y en la historia que hay detrás de ellos, que todo lo demás sobra.

Fotograma de la película "Un Monstruo viene a verme"
Fotograma de la película "Un Monstruo viene a verme"

Y ahora para los más frikis o curiosos os dejo un enlace con los objetivos utilizados para rodar la película, según el propio Óscar Faura. Podemos observar que los objetivos tienen una apertura máxima de f/1.9 de ahí se explica estos desenfoques tan extremos y que tanto me gustan.

Espero que os haya gustado y que me comentéis que os ha parecido el análisis y si estáis de acuerdo con él o no.





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